domingo, 16 de junio de 2013

Un ratoncito con suerte

En Londres, es frecuente ver algún ratoncito merodeando por las casas, esto, es un hecho que a sus habitantes humanos no les suele hacer mucha gracia.

Supongo, que por miedo o por desconocimiento, los humanos temen a estas pequeñas criaturas indefensas, sé que pueden ser peligrosos ya que al igual que muchos otros animales, los roedores, están catalogados como vectores de transmisión de enfermedades que pueden contagiarse entre otros animales, a los humanos. Aunque, en mi opinión, estos pequeños compañeros, no son peligrosos, si tú respetas su vida, ellos respetarán la tuya, mientras un ratón no se sienta amenazado, jamás atacará a un humano u a otro animal, ya que no son tontos y saben con quién pueden y con quién no pueden meterse.

NINGUNA VIDA VALE MÁS QUE OTRA.

 

SOMOS DIFERENTES, PERO TENEMOS ALGO COMÚN, QUEREMOS VIVIR.

Hace unos cuantos días, estaba yo tranquilamente en mi casa (en Londres), cuando una compañera vino gritando y muy asustada porque había un ratón en su habitación. Tanto fue su miedo y desesperación que salió corriendo de su cuarto, yo, le dije que no se preocupase, que sacaríamos al animalito de allí sin ningún problema, ella, estaba dispuesta a asesinarle y todo, por miedo, acabar con una vida por un temor infundado...

Dos compañeros de piso y yo, nos dispusimos a sacar al ratoncito del cuarto de aquella chica, yo, lo tenía claro, costase lo que costase ese ser vivo debía sobrevivir y ser devuelto a su hábitat en las mejores condiciones posibles.
De repente, el ratón salió corre que te corre y mis compañeros empezaron a gritar y a saltar, a decir verdad, yo que ni siquiera había podido visualizar aún a nuestro pequeño amiguito incluso, me llegué a asustar al ver a mis amigos con tal pánico. Al momento, comencé a reírme y a pensar... "madre mía... si solo es un ser pequeño y asustado que quiere comer".
Me hace mucha gracia que el hombre tema a un ser tan chiquitito, la verdad, me parece incluso ridículo, viéndolo desde un punto de vista realista.

Tras mucho tiempo de búsqueda del animalito, conseguimos dar con él, un compañero, le cogió con un tupper lleno de agujeros para que pudiese respirar y yo, le transporté escaleras abajo hasta llegar a nuestro jardín.
Antes de soltarle, le miré, sacaba el hocico por uno de los agujeros, era tan precioso, tenía unos ojitos negros como el azabache y transmitía unas enormes ganas de vivir.
Salí al jardín y delicadamente le puse en el suelo, el animalito, salió saltando irradiando vitalidad, es en estos momentos, cuando no puedo llegar a creerme que haya personas capaces de dañar a un ser vivo.

La vida es un regalo y nosotros, no se la deberíamos arrancar de las manos a ninguna criatura que con nosotros habita en este planeta. Debemos proteger y velar por la protección y seguridad de cada individuo que compone la tierra, todos y cada uno de ellos, desempeña un importante papel en el desarrollo de nuestras propias vidas.


Este ratoncito, tuvo suerte, pero muchos otros, son envenenados, atrapados con dolorosas trampas, mutilados por escobazos, absorbidos por aspiradoras, aplastados por escobas... y todo, por un estúpido miedo que nos han infundado desde pequeños.
No digo que nos dediquemos a tocar a los ratones de la calle, ¡no estoy loca!, sé que puede ser "peligroso", pero vamos, no más que tocar un gorrión, un gato callejero, una paloma e incluso un perro.
Solo pido respeto por todas las criaturas y que no nos pensemos superiores a ninguna de ellas, pues, cada uno de nosotros tenemos un rol específico en la tierra.

No temas lo que ignoras, aprende y aprecia a cada ser que comparte la vida contigo.


Soraya R. Oronoz




2 comentarios:

  1. jajajajaja tienes que reescribir la historia!! no cuentas el momento cómico de Robert saltando moviendo las manos, y el tuyo gritando!!!! aaaaahhh que me ha pasado por encima del pie!! aaaahhhhh justo después de decir, yo lo cojo que tengo 14 ratas y no me dan miedo!! jajaja yo era el único que estaba tranquilo, y la otra chica encima de la cama gritando también!! madre mía!! si no fuera por mi habilidad para cazar ratones aún estaríais ahí intentando cogerlo jajaja.

    PD: lo de aspirarlo lo dije en broma!!

    ResponderEliminar
  2. Si hay algo que me causó sentimientos encontrados, cuando ví la cinta animada "La ratoncita valiente" fue cuando Billy (el hijo del granjero Fitzgibbon) atrapa a la señora Brisby, para luego ponerla en una jaula para canarios...

    ¿Cuantas veces de niños e inclusive adultos hemos cometido ese acto de crueldad, de separar familias, al querer tener una mascota? Sea tal vez un personaje ficticio, pero en el mundo hay cientos de señoras Brisby que tendran hijos pequeños que sean todo su mundo

    ResponderEliminar