miércoles, 24 de diciembre de 2014

Felices fiestas (para algunos)

Millones de familias se concentrarán hoy al rededor de sus mesas. Reinará la paz y la felicidad a costa de ignorar el dolor ajeno. Aquel corderito que hoy transformas en "comida" era un ser sintiente.

He perdido la esperanza de concienciar a la humanidad, porque no se puede ver la luz cuando ante ella cierras los ojos.

Mi mensaje de navidad consiste en desearos felicidad real, de esa que descubres cuando abres tu mente. Quiero haceros pensar, que nada puede ser bueno si hace sufrir a otros.

No matarías un corderito, pero ¿en cambio si te lo comes? Hago un llamamiento a vuestra empatía, a vuestro sentido humano de la justicia y a vuestro raciocinio ¿a caso no podéis mirar más allá?